Aunque la mayoría de empresas dedicadas a la fabricación de sofás no hacen modificaciones en sus modelos, hay una pequeña minoría, entre la que se encuentra Tapigrama, que sí hacemos retoques en nuestros modelos a la medida del cliente o a la medida del espacio disponible por el cliente.
La reducción del fondo de un sofá o sillón afecta a todas las secciones que conforman una fábrica de sofás y también afecta a los materiales que componen dicho modelo de sofá.
El reducir el fondo de un sofá conlleva un cambio de sentada y su respectivo cambio del confort inicial del sofá que estamos probando.
Los tipos de reducción más empleados son los siguientes:
Reduciendo solamente el armazón en su parte trasera
La reducción de fondo puede afectar solo a la parte trasera del armazón, la que queda detrás del almohadón de respaldo, y en este caso no afectaría ni a la sentada ni al confort del sofá. Debemos tener en cuenta que, aunque no cambie la comodidad, cambia la estética del sofá que estamos viendo.
Reduciendo la profundidad útil de sentada
Afecta directamente a la profundidad útil del asiento. En este caso debemos tener en cuenta que las piernas no quedarán alojadas como en el sofá que estamos probando. Se puede reducir el fondo de asiento porque el cliente sea más bajito de lo habitual y no apoye la espalda en el respaldo del sofá o por un problema del espacio disponible en nuestro salón. Esta modificación afectaría también al esqueleto del sofá y al apoyabrazos.
Reduciendo la inclinación del respaldo
Se puede reducir la inclinación del respaldo para ganar unos centímetros. Esta modificación afectaría directamente a la comodidad de la sentada para bien o para mal según la fisonomía del cliente. También afectaría al esqueleto del sofá, al patronaje y al relleno del respaldo. Es un tipo de modificación solo recomendable si en el establecimiento donde se adquiere el sofá son auténticos especialistas en sofás a medida. En estos centros tenemos nuestros propios trucos para simular el confort final después de una modificación de este tipo.
Reduciendo el grosor del almohadón de respaldo
Podemos reducir el grosor del almohadón de respaldo. Al reducir el grosor del almohadón de respaldo ganamos de fondo los mismos centímetros que podamos quitarle, y dependerá mucho de lo grueso o delgado que este sea. Esta acción no debería influir mucho en la comodidad, siempre y cuando el grosor final del respaldo sea de una medida y una calidad digna. Afecta también al armazón, puesto que el sentido de reducir grosor de respaldo es mantener la misma sentada quitándole fondo al esqueleto en la parte del asiento y manteniendo la señalada útil original. En este tipo de acción debemos de tener en cuenta que el sofá modificado tendrá un aspecto más pobre visualmente hablando.
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